Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.
1 Pedro 5:7 (NTV)
Hoy tocó cuidar a la bella sobrina Eylene de un año dos meses. La pequeña ya dice sus primeras palabras, gatea, ya camina, ya se lleva todo a la boca, ya juega y más. Que bello momento, pero también ¡Qué responsabilidad! Hay que atenderla, estar atentos a sus movimientos, llanto o gritos, hay que alimentarla, bañarla y darle todos los cuidados necesarios. Seguramente muchos recordamos, los que tenemos la bendición de tener hijos, el gran gozo que era cuidarlos de pequeños.
Mientras observaba a la pequeña Eylene recordé cuán innumerables veces en la Palabra de Dios encontramos que él cuida de nosotros. Encontramos en ella historias, momentos, sucesos y acontecimientos donde Dios mismo con sus palabras de amor nos dice: “Yo lo haré, Yo te protegeré, Yo te alimentaré, Yo te sustentaré, Yo pelearé por ti, Yo te guiaré, Yo te sostendré, Yo te defenderé, Yo te aconsejaré, Yo te ayudaré, Yo te cuidaré. ¡Que maravilloso es Dios! ¿No lo crees?
La escritura de hoy nos dice: “Pon tus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios”. Los momentos que hoy vivimos causan preocupación y ansiedad, las noticias nos dicen que: “tiempos difíciles se vienen, que la economía será complicada, que puede haber desabasto, que la enfermedad crecerá, que la violencia acrecentará, que muchos perderán su trabajo etc.” Ante todo esto recordemos: ¡Estamos vivos!, ¡puedes leer estas palabras! Tenemos un techo que nos protege de la lluvia, del frío, del calor, tenemos amigos, familia y trabajo, pero sobre todo entendamos que Dios tiene cuidado de ti y de mí. Él quiere estar en control de nuestra vida, Él se asegurará de que todo ocurra como lo planeó, Él a diferencia de nosotros; no se equivoca, ¡Él tiene cuidado de nosotros!
Mateo 6 25:34 es una palabra maravillosa, ojalá puedas leerlo junto a tu familia y disfrutar de lo que el corazón del Padre dice para ti y para mí. Si él cuida de las aves, cuidará también de Ti. Nos queda pues echar sobre Él nuestras cargas, buscarle en oración, acercarnos a su presencia, solo Dios puede darnos esa paz que el mundo no conoce, aprendamos a ver la bendición en todo y a sentirnos seguros en las manos del Padre. Los tiempos sí son difíciles, pero él esta con nosotros para siempre. Entregaremos mas tarde a la pequeña Eylene a sus padres, y la satisfacción será entregarla sana, salva y podremos sentir satisfacción de que dimos lo mejor que pudimos, pero Dios, da todo cuidando de ti y de mí.
Valente Núñez
