Sermones

5 Preguntas de Navidad

¿Alguna vez has estado en un lugar solitario u oscuro, donde te sentiste vulnerable o abandonado? Yo recuerdo un viaje a San Luis Potosí; me debían recoger en Xilitla a las 7 pm, para llevarme a otro lugar, pero dieron las 8, y las 9, y no llegaba nadie. Como no llegaban, decidí partir. Con un desconocido (que iba al mismo lugar que yo) búscanos “rait” y nos fuimos a un entronque para ahí tomar un autobús que me llevaba a otro entronque donde tomaba un carro para entrar al pueblo a donde iba. Cuando llegamos al primer entronque, empieza a amenazar que llovería, y el “desconocido” se regresa. Y me quedé solo en medio de la huasteca potosina.

Piensa en el pesebre… El peor lugar, en el peor momento. Cualquier mujer a punto de dar a luz se sentiría vulnerable y abandonada. Hoy quiero tratar de responder a 5 preguntas sobre navidad, y al tratar de responderlas, observarme a mi en el proceso de encontrarme con Jesus.

1. ¿Por qué un pesebre?

Los bebés nacen en hospitales; o bueno, al cuidado de las expertas… Las comadronas, las parteras, las profesionales; con los cuidados necesarios. Pero este alumbramiento se da en circunstancias difíciles. Recuerdo que en un grupo de discipulado que tuve con adolescentes, un día pregunté: ¿Donde nacieron? Unos respondieron que en un hospital lujoso, otros que en alguna ciudad diferente; y una de ellas dijo: yo nací en la calle. Y nos explicó que su mamá entro en labor de parto mientras iban en el taxi al hospital, y no alcanzó a llegar; en algún momento el taxista se paro para asistir a su mamá, y asi nació.

Pues el Verbo hecho carne nace en un pesebre. Y hay que decir que María y José no eligieron el pesebre. Ellos buscaban una posada, un lugar confortable y “apropiado” para poder recibir a su hijito. Caminaron mucho. Buscaron por varios lados, preguntaron, pidieron y hasta rogaron. Ni siquiera María, con Jesús en su vientre, anticipaba la voluntad de Dios para ese momento.

2. ¿Por qué Maria y José?

No habría un matrimonio maduro, listo para recibir al Niño Rey? Quizá sabrían cuidarlo mejor, enseñarlo mejor, atenderlo mejor. Quizá si vivieran en una ciudad distinta, menos “mundana”, menos “peligrosa”; ¡pero no! Nace en Belén, pero crece en Nazaret, la ciudad peligrosa en el norte del país, donde se trafica, donde se dan los negocios sucios, donde llegan las mercancías de todas partes del mundo…

3. ¿Por que unos sabios de oriente?

En la escena aparece una caravana de hombres persas que ven una estrella y se encaminan a Judea. Si lo piensas, los judios antes tenían hombres divinamente inspirados, que literalmente escuchaban la voz de Dios para dar su mensaje: los profetas. Estos profetas distinguían la voluntad de Dios claramente; vivían (como dijo Elias y Eliseo) en la presencia de Dios. Nada los tomaba por sorpresa. Pero ahora no hay profetas, no hay quien distinga. Lo mas qué hay son un grupo de “paganos” (probablemente herederos de algún tipo de tradición hebrea de cuando los judios habitaron Babilonia/Persia) Pero seguramente no eran practicantes de la Ley de Moises. Y son ellos quienes disciernen. PERO no un pasaje bíblico, una profecía escrita, sino una estrella. Es que los cielos cuentan la gloria de Dios, pero incluso estos hombres nos recuerdan que no cualquiera escucha las canciones de las estrellas.

¿No habría sabios en Judea? Pues si los había, su atención estaba puesta en otro lugar; o su mente entenebrecida, o sus ojos cegados. Solo cuando les preguntan explícitamente, recuerdan un viejo escrito que dirige a los Sabios de oriente había Belen, y sobre decir que ni en defensa propia los “sabios judios” se movilizan a Belen; sino que deciden esperar…

4. ¿Por que los pastores?

EL cielo ha estado callado durante siglos. Y una noche, como cualquier otra, mientras estos insignificantes hombres están (como siempre) vigilando a sus ovejas entre los cerros de Medio Oriente, los cielos se abren, y primero un ser celestial les da un aviso, y en seguida multitudes de Angeles aparecen cantando. Es la primera vez que esto sucede.

Los Ángeles no se aparecen a cualquiera. El Antiguo Testamento nos narra algunas visitas angelicales, y siempre son a “personas importantes”: Abraham, Jacob, Josue, Gedeón, Manoa, David… patriarcas, jueces y reyes siempre en la lista. En ninguna de las ocasiones hubo cantos: Solo indicaciones. Estos ángeles del AT, eran mensajeros, dignatarios, diplomaticos del cielo dando mensajes importantes… Pero ahora hay un coro. Y cantan. Y los espectadores del espectáculo no son ni reyes, ni patriarcas, ni jueces… SON PASTORES. La mas dura de la labores, el mas noble de los oficios.

5. ¿Por que Simeón y Ana?

Lucas nos regala la intervención de dos ancianitos. Ambos esperaban; no sabían exactamente que, pero esperaban. Esperaban la intervención de Dios; esperaban que Dios hiciera algo. No sabían exactamente que, ni como, ni cuando, pero sabían que eventualmente Dios haría algo, y querían ser parte. Ambos hacen lo que se debe hacer cuando no sabemos “ni el día ni la hora”: Devoción y Servicio. Una servia con ayunos y oraciones en el templo, el otro era devoto, fiel y lleno del Espíritu SAnto. Su ejemplo de espera nos consuela y nos reta. Ninguno de nosotros hemos esperado tanto en vida como Simeón y Ana; y sin embargo, ninguno se rindió. Y su recompensa fue mirar al Salvador.

Muchos hoy nos preguntamos: ¿Por que asi?

¿Por que ahora? ¿Por que su “perfecta voluntad” no parece ni tan perfecta, ni tan “su voluntad”?

«¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”».

Mateo 1:23 NTV

¿Por qué este año tan difícil? ¿Por que las circunstancias tan adversas? Porque Dios quiere que tengas siempre presente estas simples tres palabraS: Yo estoy contigo. Pero considera algunas cosas al respecto: la presencia de Dios no garantiza necesariamente poder sondear sus caminos. Dios esta presente, aun cuando las circunstancias parecen mostrar lo contrario. Esa noche, cuando nació Jesus, fueron las diferentes negativas humanas las que marcaron el camino a María y José.

Y la falta de opciones hizo tan estrecho el camino que, de repente, se volvió evidente: nacería en un pesebre. Y a veces asi sucede en nuestras vidas, y no significa que Dios no esté con nosotros. Hay momentos en que DIos nos conduce a lugares poco apropiados para nuestras expectativas. O lugares solitarios, despojados de lo necesario, silenciosos u obscuros, como aquel pesebre. Quizá tu pesebre hoy es ese trabajo cuyas condiciones no mejoran, o esa enfermedad que no termina, o ese duelo que no supero… Y tantas otras situaciones que van achicando el camino hasta acercarnos a un pesebre.

La buena noticia es que Navidad sigue tratándose de un encuentro personal; como el que tuvieron María y José; o como el de los pastores, o los sabios, o Simón o Ana. Tu y Jesus, cara a cara. Así que deja el temor, y ven al pesebre, que Dios te está esperando.

“Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos; y debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre». Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.”

Gálatas 4:4-7 NTV

Sobre el autor

Hugo Almanza es un pastor metodista mexicano, radicado en Reynosa Tamaulipas; tiene mas de 10 años ejerciendo el ministerio, ha sido maestro del Seminario Wesley de Monterrey, músico y escritor.

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