Escribo esto mientras estamos en casa de mis suegros. Hoy es 24 de diciembre. Es nuestra primera navidad como «familia». Creo que puedo resumir mi estado de animo como «agradecido». Hace un año era mi primer navidad «casado» Estaba estrenando familia.Hoy es mi primer navidad como papá. Hay una criaturita que en unos cuantos meses hablará, quizá el siguiente año, en navidad ya dirá «papá» y «mamá».
A medio año, justo cuando Lorena y yo cumplíamos ocho meses de casados, una amiga se fue. Claudia, mi primer complice en el ministerio, la mujer que Dios usó para ‘aventarme’ al ruedo, partió con el Señor, tras cuatro años de lucha contra el cancer. A pesar de todo, tambien en ello estoy agradecido; agradecido de haberla conocido, escuchado, ministrado, atendido, amado. Agradecido de haber llorado y reido con ella; de saber que yo era uno de los pocos en quien ella tenía confianza: confianza de llorar, de abrirse, confianza de preguntar (aunque calara hasta los huesos). Agradecido de ser uno de los últimos, sino el último que le cantó (en su lecho, y en su tumba). Claudia, Lorena, Huguito y yo te amamos, y te extrañamos profundamente.
Agradecido tambien por la iglesia que dirijo. Hemos orado, reido, llorado, cantado juntos. Gracias Casa de Oración Vida.
Hugo Agustín: llegaste hace un mes y medio a nuestras vidas, y le has puesto todo el sabor a nuestra familia. Contigo dejamos de ser ‘matrimonio’, ahora somos una familia, un hogar, un equipo, y tu eres parte de él. Te amo como loco.
Lorena: nuestra segunda navidad. No me canso de mirarte, de amarte, de ver tu mirada que me derrite y que examina cada rincón de mi. ¿Cómo le haces para verte tan bonita siempre? Siempre, con todas mis fuerzas, con todas mis canas, te amaré, tanto y más que el día que te tomé como esposa. Tu eres, junto con mi bebe, mi mayor motivo de estar agradecido.
Hugo A.
